Hace un tiempo dedicábamos en este blog un artículo a realizar un breve listado de algunas de las más famosas películas sobre prostitutas de la historia del Cine. Citábamos en aquel artículo, entre otros, títulos como Pretty woman, Belle de Jour, Irma la dulce, Taxi Driver, Desayuno con diamantes o Joven y bonita.
Desde un punto de vista u otro, de un modo más documental y descarnado o de una manera más edulcorada y cercana a los estándares de la industria de Hollywood, todas esas películas tenían la prostitución femenina y el ejercicio de la misma como tema más o menos central de su argumento.
En esta ocasión queremos centrar nuestra mirada de nuevo en el mundo del cine para hablar de aquellos films en los que ese argumento central cambia de género. Es decir: vamos a realizar un breve recorrido por algunas de las películas sobre prostitución masculina más famosas de la historia del cine.
Al igual que sucede con las películas sobre la mujeres que se prostituyen, los films sobre prostitución masculina pueden ser muy variados. En algunos de ellos prima un objetivo de retrato y denuncia. En otros, la temática es abordada de una manera algo más frívola.
De entre todas esas películas queremos destacar un puñado de obras imprescindibles.
Famosas películas sobre gigolós y chaperos
Desayuno con diamantes (1961). Este film, dirigido por Blake Edward, basado en la novela de Truman Capote Desayuno en Tiffany’s, no solo habla de la prostitución femenina. También lo hace de la masculina. Y es que si el ritmo de vida de la chica cuyo papel interpreta Audrey Hepburn es sostenido por un más o menos largo listado de lo que hoy conocemos como sugar daddies, el del escritor frustrado cuyo papel interpreta George Peppard lo es por algunas neoyorquinas ricas.
Este film tiene un tono de comedia y algún arrebato romántico que, tal y como sucede en la novela de Capote, no acaba de ocultar el ambiente sórdido que se esconde tras las vivencias de sus protagonistas.
Cowboy de medianoche (1969) fue ganadora del Oscar a la mejor película y dirigida por John Schlesinger, fue clasificada X por su “trasfondo homosexual explícito”. En este film, el papel de gigoló o chapero es interpretado por John Voight.
Recién llegado de su pueblo a Nueva York, Joe Buck, el joven cuyo papel interpreta Voight, desea ganarse la vida ejerciendo de gigoló para mujeres ricas. Su interpretación, junto a la de Dustin Hoffman, un pequeño estafador que propone a Joe ser su proxeneta y que se acaba convirtiendo en una especie de amigo y confidente, figura con letras de oro en la historia del cine sobre prostitución masculina. Entre los méritos de este film figura, sin duda, el de plasmar con bastante verismo lo que podía ser ganarse la vida por las calles de Nueva York en los años sesenta.
American Gigolo (1980). Paul Schrader fue el director de esta película sobre gigolós que sirvió para consagrar a quien estaba llamado a ser en pocos años una de las grandes estrellas de Hollywood, Richard Gere. Gere (que fue elegido para un papel que antes había sido rechazado por Christopher Reeve y por John Travolta) es aquí un acompañante de lujo que tiene el don de hacer gozar a cualquier mujer y que, en el fondo, se siente avergonzado de ganarse la vida como se la gana. Ese modo de ganarse la vida, sin embargo, le permite disfrutar de coches de lujo, ropa cara, equipos estereofónicos y cocaína. Conocer a Michelle, una de sus clientas, cambia su vida.
Mi Idaho Privado (1991). Protagonizada por Keanu Reeves y por el malogrado River Phoenix, este largometraje figura por méritos propios entre los títulos más prestigiosos del género. La película, que tiene un algo de road movie por el continuo ir de aquí para allí de sus protagonistas, cuenta la historia de dos jóvenes que recorren buena parte de los Estados Unidos buscándose la vida como chaperos.
El uno, Scott, papel interpretado por Reeves, es hijo del alcalde de Portland. El otro, Mike, personaje al que da vida Phoenix, un narcoléptico que una y otra vez es abandonado por aquellos que le rodean. De la relación de amistad entre estos dos chaperos de orígenes sociales tan distintos trata este descarnado film.
En la boca, no (1991). Se ha dicho hasta la saciedad que las prostitutas no permiten ser besadas en la boca por sus clientes. Más allá de lo que de falso mito tiene esta afirmación, lo que se desea simbolizar con ella es que el beso como demostración de amor verdadero está más allá de lo que una trabajadora sexual está obligada a realizar en el ejercicio de su profesión.
Sobre esa premisa propia de los mitos existentes sobre la prostitución femenina y el ejercicio de la misma construye este film el director André Trechiné. En esta película sobre prostitución masculina se nos cuenta la historia de Manuel Blanc, un joven chapero que vende su cuerpo por absoluta necesidad y que considera que el no besar en la boca a sus clientes es una forma de restringir el acto de besar al territorio de los afectos verdaderos.
Al no besar a sus clientes, Manuel parece poner a salvo una parte de su antigua pureza. De la relación de este joven chapero con Ingrid, una joven prostituta, y con un intelectual gay (papel interpretado por Philippe Noiret) que contrata sus servicios y que le intenta dar lecciones de vida mientras le trata con una educación exquisita, es de lo que trata básicamente esta película sobre la prostitución masculina.
Mysterious Skin (Oscura inocencia) (2004). El californiano Gregg Araki fue el director de esta cruda película que, gracias a sus buenas críticas en el Festival de Venecia, puede considerarse un gran éxito del cine independiente. ¿Qué nos cuenta la película? La historia de Neil, un joven homosexual traumatizado por vivencias de su adolescencia, que se prostituye con hombres mayores y que tiene sueños recurrentes en los que todos esos traumas vuelven a aflorar. Sin duda, un film sobre prostitución masculina que resulta muy impactante.
Aprendiz de gigoló (2013). De entre todas las películas sobre prostitución masculina que estamos citando en este artículo ésta es, sin duda, la menos cruda. No en vano, este film está planteado en clave de comedia. Basta fijarse un poco en el argumento y, sobre todo, en el reparto de la película, para darse cuenta de hasta qué punto puede ser disparatado este film.
Este largometraje cuenta la historia de dos mujeres que buscan a un hombre para hacer un trío. Para encontrar a ese hombre, esas dos mujeres (que son, ni más ni menos, que Sofia Vergara y Sharon Stone) contratan como proxeneta a un vendedor de libros de mediana edad y arruinado. El papel de este personaje es interpretado por Woody Allen, quien les consigue un gigoló sin vocación de gigoló y en gran medida sin condiciones para serlo.
El papel de gigoló que debía satisfacer sexualmente a esas dos mujeres de indudables encantos se lo reservó para sí mismo el propio director de la película, John Turturro. Sin duda, este film no sirve en modo alguno para saber cómo es la vida dentro de los ambientes de la prostitución masculina. Eso sí: sirve para pasar un buen rato.
Finalmente, vamos a citar uno de los últimos films sobre gigolós que se han estrenado y a la que pertenece la imagen que encabeza este artículo. La película de la que hablamos es Sauvage (Salvaje), una película dirigida por Camille Vidal-Naquet que contiene escenas de sexo explícito y que impactó en el Festival de Cannes.
Sauvage cuenta la historia de Leo (Félix Maritaud), un joven de veintidós años que se prostituye por las calles de la ciudad y que, a su vez, está enamorado de otro chapero como él.
Tras el estreno de esta película, la crítica destacó cómo este film evitaba cualquier tipo de maniqueísmo, mitificación o paternalismo para tratar el tema de la prostitución masculina.